“Cuando he hecho una clase hermosa, me quedo más feliz que Miguel Ángel después de pintar el “Moisés”.
Es verdad que mi clase se desvaneció como una saeta,
Pero es solo en apariencia.
Mi clase quedó como una flecha,
Atravesada en el alma siquiera de un estudiante.
En su vida mi clase se volverá a oír, yo lo sé.
Ni el mármol es más duradero que ese soplo de aliento si es puro e intenso.”
Con una sencilla y significativa pausa se celebro y agradeció, en el Colegio San Luis Beltrán, a todos aquellos hombres y mujeres que los une la misión de educar.
El Centro de Alumnos entregó los presentes, como símbolo de las ofrendas que se dan a los que hacen algo importante…..